Entre los países del mundo hay un constante intercambio comercial de especies animales, vivas o seccionadas en pedazos, pero con autorización oficial después de comprobarse que esas unidades pecuarias están libres de enfermedades transmisibles y que su comercio no transgrede ninguna norma legal.

La Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario y el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE), decomisaron recientemente en el aeropuerto de Guayaquil una cabeza de jabalí (cerdo salvaje) de 2.7 kg proveniente de Italia, que no contaba con el permiso zoosanitario de importación emitido por Agrocalidad, ni el certificado zoosanitario de exportación emitido por el país de origen.


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El decomiso se realizó debido a que introducir mercancías pecuarias, sin los documentos habilitantes, puede poner en riesgo el estatus zoosanitario del Ecuador, por el ingreso de enfermedades animales que podrían establecerse y dispersarse en el territorio ecuatoriano, provocando un impacto negativo en la producción pecuaria nacional.

Agrocalidad ha reforzado sus actividades en los puntos de control cuarentenario (puertos, aeropuertos y pasos fronterizos), con el objetivo de mitigar el riesgo de introducción de enfermedades exóticas, como: peste porcina africana, influenza aviar, fiebre aftosa, entre otras.

De ahí que Agrocalidad exhorta a todos los pasajeros (nacionales y extranjeros) que ingresen al Ecuador, a cumplir con la regulación vigente y evitar transportar mercancías pecuarias sin los respectivos permisos. La Agencia proclama que la protección del estatus zoosanitario del Ecuador es un trabajo de todos. 

La misma dependencia estatal ecuatoriana señala que las acciones de control continuarán a escala nacional, para garantizar el estatus zoosanitario del país, por lo que está prohibido el ingreso de este tipo de mercancías cuando se lo hace al margen de la ley.


FUENTE: Agrocalidad, agencia estatal ecuatoriana dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, mediante boletín y foto con firma de su Dirección Nacional de Comunicación, que los remitió a REVISTA DE MANABÍ.

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