Breve análisis crítico acerca de tres proyectos para el desarrollo de Manta: una central eléctrica fotovoltaica en El Aromo, la conexión del aeropuerto local con similares de Asia, y un sistema hidrosanitario para depurar las aguas servidas.

Joselías Sánchez Ramos / sjoselias@gmail.com / 2021-09-11
Hola. Vivimos la tercera década del siglo 21. Los mantenses debemos conocer, promover y proteger tres grandes proyectos en proceso para fortalecer el desarrollo territorial de Manta: la central fotovoltaica de 200 MW, la concesión aeroportuaria a la firma coreana KAC y la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales.
Planteo una conversación colectiva sobre estos temas.
Central fotovoltaica
El pasado 8 de diciembre de 2020, el Gobierno nacional adjudicó a la empresa española Solarpackteam el proyecto fotovoltaico El Aromo. La concesión será por 20 años. Producirá 200 megavatios de energía eléctrica. Se invertirán USD 200 millones durante los próximos dos años de su construcción. Se ocupará mano de obra local.
Cuando entre en operación comercial, la central cubrirá el 60,8 % de la demanda de energía de Manta y el 22 % de Manabí. Una línea de transmisión de siete kilómetros la interconectará al Sistema Nacional Interconectado desde la subestación eléctrica San Juan (Las Chacras).
Concesión aeroportuaria
El 13 de abril 2021, el Gobierno nacional adjudicó la concesión del aeropuerto Eloy Alfaro de Manabí a la empresa estatal coreana KAC.
El 8 julio de 2021, el Gobierno nacional, en la Gobernación de Manabí informa que declaró desierta la concesión a la empresa KAC.
Frente a la reacción del pueblo de Manta, el 23 de julio llega el Ing. Marcelo Cabrera, titular del MTOP. Declara: “Vamos a impulsar el proceso de concesión del aeropuerto de Manta en el menor tiempo posible. Se corregirán todas las deficiencias que llevaron a declararlo desierto y el nuevo proceso será hecho con absoluta transparencia, con veedores de la ciudad de Manta”. Se habla de seis meses.
Estamos en el segundo mes desde aquella declaración. Durante este mes se pidió a los dos veedores que no emitan declaraciones. Los veedores no participan en el proceso, solo observan, solicitan información y reportan al mismo gobierno. El pueblo de Manta debe estar alerta.
Planta de tratamiento
El 21 de agosto del 2021, Diario La Marea informa que el señor alcalde gestiona un crédito de USD120 millones para la instalación de una planta de tratamiento de aguas residuales y un emisario submarino.
El pueblo de Manta debe respaldar las gestiones del señor alcalde. Es la obra más urgente y prioritaria para mantener la calidad de vida de los mantenses, fortalecer su condición de ciudad turística y disponer de agua para crear bosques y mantener sembríos en el cañón del Río Manta.
Durante los últimos 25 años, dos alcaldías emprendieron proyectos para resolver este problema, pero les faltó decisión política para ejecutar esta obra que la ciudad requiere. La descarga de las aguas residuales de la industria y de los 250.000 habitantes de Manta. Para finales de la década podría llegar a los 400.000 con la conurbación Manta, Montecristi y Jaramijó.
Faltó decisión política o hubo miedo electoral. La pavimentación de calles genera votos. Los mantenses de hoy consideran que el desarrollo territorial es la pavimentación de calles. No quieren otra cosa. Un crédito de USD100 millones y los dineros del terremoto se dedicaron a pavimentar calles.
Petitorio
Este ciudadano mantense les tiene dos petitorios. El primero, que respaldemos al alcalde en esta gestión financiera. Algunos me dirán que ya estuvo en Europa. Les repetiré este epígrafe de mi nuevo libro: “Manabitas. Vivimos tiempos desafiantes. Pensemos en nuestras fortalezas, con vigor y coraje. No nos detengamos en nuestras debilidades. No debemos temer. Manta y Manabí serán lo que el pueblo y sus líderes quieran”.
El segundo petitorio es para los técnicos y funcionarios de la EPAM, de manera particular para el Ing. César Delgado, de la Gerencia Técnica. Recuerden que a esta Administración le faltan solo dos años. Consulten con otros expertos conocedores del tema. Realicen un análisis histórico sobre las propuestas en Manta para la descarga de aguas residuales. Revisen las experiencias de otras ciudades costeras de Latinoamérica. Todos nos equivocamos, pero es de inteligentes y sabios el rectificar.
Montar una planta de tratamiento de aguas residuales en la desembocadura del Río Manta es un atentado a la calidad de vida de los mantenses, un deterioro del prestigio de Manta como ciudad turística y, debo decirlo con mucha pena, un tratamiento discriminatorio para los viejos mantenses que vivimos en Tarqui, abrigados por la ensenada de Manta. El señor Gabriel me dirá que aquello no es cierto. Por favor, lean La Marea del 21 de agosto 2021. Titular: “Buscan crédito de 120 millones”.
Sobre el emisario submarino, en menos de 30 años el mar frente a la ensenada de Manta estará tan contaminado, que el actual paisaje turístico se habrá deteriorado, tanto, que ya no podremos hablar de ciudad turística.
Todo aquello contrastará con una ciudad que tendrá energía eléctrica limpia, un ir y venir de turistas del Asia, de toda América y la población gerontológica que busca a Manta para vivir sus últimos años; ellos vienen con sus ahorros; sus gastos enriquecerán a la ciudad.
Ahora, si es una estrategia para favorecer el desarrollo turístico de Crucita, lo comprendo.
Referencias históricas
La historia sirve para diseñar el futuro, viviendo en un presente que recoge las experiencias del pasado. En nuestra próxima entrega hablaremos sobre las referencias históricas de la planta de tratamiento de aguas residuales de Manta. (Joselías, 2021-09-11)