El papel que juegan las pequeñas y medianas empresas en la economía ecuatoriana ha sido y es relevante, porque en ellas se sustenta el desarrollo de las más grandes.

De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Compañías, durante el año 2020, hasta su final, se constituyeron más de 10.700 empresas, lo que representa un crecimiento del 7,7 % comparado con el mismo periodo del año inmediatamente pasado. 

Las empresas buscan la manera de ser más productivas en un mercado que está en constante competencia, y la adopción de nuevas soluciones tecnológicas es una realidad que gana espacios.   

Según el estudio de Visión Pymes 2020, el 80 % de las pymes en Ecuador se centra en innovar y resolver problemas. En función de eso se considera que soluciones como la facturación electrónica se han convertido en herramientas prácticas y beneficiosas para los empresarios que desean reactivar su economía a través de los nuevos canales de ventas digitales. 

Desde el 2014, en Ecuador la facturación electrónica se convirtió en un requisito para aproximadamente 4 grupos de contribuyentes. Cada factura electrónica debe contar con una firma digital, así el Servicio de Rentas Internas (SRI) puede verificar el origen e integridad de la factura y disminuir el riesgo de fraude.  

Este proceso de implementación ayuda, no solo por ser un requisito de regulación, sino por las múltiples ventajas que trae para cualquier negocio. Beneficia la economía de las empresas, debido principalmente a que aumenta la agilidad de los procesos de facturación y pago; reduce los errores en los procesos y al mismo tiempo el cumplimiento de deberes tributarios; simplifica la administración y se ahorran tiempos y gastos. De ahí que numerosas empresas han tomado la decisión de requerir los servicios de un proveedor tecnológico de software contable.  

El sistema permite llevar el control desde el teléfono móvil. / FOTO: Enviada por CONTIFICO

La facturación electrónica, en la práctica, ha demostrado mejorar la gestión de los procesos al facilitar el manejo de la información contable por medio del espacio de almacenamiento y accesibilidad que ofrece un software de facturación electrónica en la nube (almacenamiento en servidores electrónicos externos), que es una manera sencilla para realizar este proceso y consultar desde cualquier dispositivo electrónico la información de un negocio.  

Con la facturación electrónica se facilita el seguimiento y control de las facturas de venta, ya que a través de una plataforma tecnológica certificada se puede monitorear la emisión y recepción de tales facturas, lo que optimiza la atención al cliente y se elimina el riesgo de perder documentos. El ciclo de facturación y recaudo se acelera, debido a que los tiempos logísticos de impresión, distribución y recepción de las facturas se eliminan, mejorando la caja de la compañía.  

La digitalización de la información, a causa de la moda y las tendencias de imitación, es un factor cada vez más notable. De acuerdo con la encuesta Visión Pymes, realizada por Brother International Corporation, en el último año disminuyó un 48 % la cantidad de documentos impresos por las pequeñas y medianas empresas del Ecuador, transformando así la vida de contadores y empresarios.  

El paso tecnológico que implica adoptar la facturación electrónica no debería ser un proceso que genere estrés para los contribuyentes. Contar con herramientas y un software contable especializado, puede hacer de esta transición un proceso lleno de beneficios y ventajas competitivas para los empresarios en Ecuador.  

FUENTE: Comunicado y fotos de www.contifico.com, remitidos a REVISTA DE MANABÍ con firma de Melissa Medina.

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