Suele ocurrir con bastante frecuencia y en todas partes: quienes residen habitualmente en un determinado lugar, pasan por alto ciertas características admirables propias de su entorno, que solo notan y destacan quienes llegan por visita o se hallan de paso. Es la indiferencia de la costumbre.

Este contenido es parte de REVISTA DE MANABÍ

Viene al caso la presencia ecológica del Humedal La Segua en la provincia de Manabí (Ecuador), que todos los manabitas conocemos de él pero muy poco nos llama la atención. A diferencia de lo que sucede con personas extrañas, que van al sitio y quedan prendados de tanta belleza natural, hasta el punto de proclamarlo con emocionante admiración cuando retornan a sus respectivos lugares de origen.

Es lo que ha experimentado alguien (desconocemos quien) que divulgó una elogiosa reseña sobre aquel humedal, acompañándola de algunas fotografías testimoniales, y que -maravillado- recogió en su chat de WhatsApp el consultor político y conferenciante colombiano, ya radicado en Ecuador, Gustavo Gaitán Thornee. Este escribió lo siguiente:

190 mil aves existen en el humedal de La Segua (cantones Chone y Tosagua), que exhibe 164 especies de pájaros, de las cuales 22 son migratorias.

El humedal ocupa 1.700 hectáreas de biodiversidad, en medio de la cual se agrupan: 42 % de aves acuáticas; 15 % migratorias desde el hemisferio norte (que probablemente arriban desde Alemania, Canadá, Albania, Andorra, Armenia y otras naciones) y 11 % se encuentran amenazadas o presentan algún grado de protección especial para su conservación, entre reptiles y mamíferos que conviven en este «santuario de las aves».

Las aves pueden ser avistadas con binoculares. Existen facilidades para acampar.

Cerca de mil investigadores suelen vivir este espectáculo maravilloso de animales atraídos por el calor y la tranquilidad. Allí procrean y cantan durante semanas.

* Las fotografías también fueron remitidas por Gustavo Gaitán Thornee.

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