La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 y su enfermedad COVID-19 desplaza a numerosos profesionales de la salud, que por momentos dejan sus confortables consultorios y van de casa en casa tratando de encontrar a las personas contagiadas, para aislarlas y sanarlas. Pero lo que más encuentran son las condiciones de precariedad en las que viven muchas familias, asentadas principalmente en las zonas suburbanas y periféricas de las ciudades.
Es lo que está ocurriendo ahora mismo en el Cantón Manta, provincia de Manabí (Ecuador), donde brigadas de médicos y paramédicos recorren las calles de la ciudad y de las poblaciones rurales, tocando de puerta en puerta para auscultar a los moradores de cada vivienda y registrar a las personas sintomáticas y examinarlas. Si en alguna de ellas encuentran el virus, de inmediato ordenan aislarla y le recetan la medicación correspondiente, que los médicos mismos llevan consigo para suministrar al paciente.

Esas brigadas están conformadas con profesionales sanitarios del Ministerio de Salud Pública (MSP), del Gobierno provincial de Manabí y del Gobierno municipal de Manta. Trabajan en conjunto, de manera coordinada, y de su trabajo y descubrimientos reportan regularmente a las tres entidades enlazadas.

Paralelamente laboran las brigadas médicas organizadas por el Distrito de Salud 13D02 (Manta, Jaramijó y Montecristi), que desde principios de año están dedicadas a vacunar o inmunizar contra enfermedades persistentes como neumococo, polio, rotavirus, sarampión, rubéola, difteria, tétano y otras. Según la información oficial respectiva, la pandemia no ha menguado el esfuerzo sanitario para mantener a raya la persistencia de estas enfermedades, ya que lo contrario sería agravar la letalidad de la COVID-19.

En el trabajo de todas esas brigadas resalta el hecho coincidente de que van encontrándose con un panorama de pobreza muy extendido, claramente visible en las condiciones precarias de las viviendas y de su respectivo entorno, así como en las enormes limitaciones que dicen sufrir los habitantes de cada una de ellas.

Las residencias son, por lo general, de construcción mixta (ladrillo, cemento, madera y zinc), algunas de evidente fragilidad y espacios pequeñitos, con poquísimas seguridades. Unas cuantas son de caña guadua y sin sobre piso. El amueblamiento es rudimentario y escaso. Ciertas casas se hallan en zonas de riesgos.

Mucha de la gente que vive en esas condiciones no tiene un empleo estable y rentable, sino ocupación ocasional y mal remunerada. Hay familias con uno o más miembros discapacitados, otros con enfermedades catastróficas y unos más presos de adicciones perniciosas.
Es honesto decir que, en ciertos casos, la pobreza tiene rostro de verdadera calamidad.

En ese contexto, las visitas de las brigadas, por sí mismas, son un gran aliciente para las personas visitadas. Primero, porque la consulta médica se hace dentro de casa y allí reciben el diagnóstico y las medicinas, de ser el caso. Segundo, porque los médicos hacen recomendaciones prácticas para llevar una vida más saludable; y, ante la COVID-19, para protegerse del contagio o para superarlo si ya ocurrió.
El trabajo ambulante de los médicos del Distrito de Salud 13D02 es particularmente relevante, debido a que por la emergencia sanitaria y el pedido de quedarse en casa como la mejor medida de protección frente a la COVID-19, muchos padres de familia no acudieron a los centros de salud pública por las vacunas que correspondían a sus hijos menores.

Por ello 10 brigadas de vacunación se desplazan desde el 8 de junio de casa en casa, buscando casos de rezagados para poder cumplir con el esquema de vacunación de acuerdo a la edad.
Desde el 8 de junio hasta el 23 de julio se han aplicado 3 mil dosis de vacunas.

En el Cantón Manta se ha trabajado recientemente, de manera agresiva, en los barrios Las Orquídeas, Marbella, Urbanización Coyoacán, Miramar, Altamira, Altagracia, Centenario, San Agustín, Pacífico, Rocafuerte, Las Brisas, Villas del Seguro, Puerto Sol (1 y 2), Ciudadela Universitaria, Los Eléctricos, y otras más.

Las 10 brigadas destinadas a inmunizar también se desplazarán a los cantones Montecristi y Jaramijó.