Acicateada por la presión de algunos comerciantes cuyos negocios funcionan en la parte municipal del Nuevo Tarqui, la Administración del municipio de Manta (Ecuador) está tratando de hacer retornar a ese lugar a los comerciantes que cerraron sus tiendas, decepcionados por la ausencia de consumidores.

Los locales de esas tiendas, cerrados desde antes de la pandemia COVID-19, dan un aspecto de soledad al recinto comercial y esto desmotiva el trabajo de quienes, “contra viento y marea”, mantienen funcionando sus respectivos negocios.

El Gobierno municipal realizó previamente la identificación de las personas concesionarias de las tiendas cerradas, después de lo cual tomó una resolución ejecutiva para notificarles que deben reabrir o devolver su respectivo local, para concesionarlo a otros comerciantes con interés de establecerse allí.

El problema de fondo es que dicho recinto comercial, espacio diseñado para el reasentamiento temporal de comerciantes desplazados desde la antigua zona comercial de Tarqui a causa del terremoto sucedido en 2016, nunca ha logrado desarrollarse como se esperaba debido a que los antiguos compradores encontraron otros lugares de la ciudad que les permite abastecerse con más comodidad.

La desmotivación al no tener a quién vender su mercancía. / FOTO: GAD municipal / Manta

Consecuentemente, los comerciantes a quienes el Municipio les asignó un local en el Nuevo Tarqui y no consiguieron el resultado que buscaban, decidieron cerrar allí e ir con sus mercancías a las zonas comerciales de la ciudad, o fuera de ella, que desde el terremoto se han repotenciado.

Una de las pocas comerciantes que se mantienen dentro de la parte municipal del Nuevo Tarqui, Johanna Moreira, estima que la medida que actualmente lleva adelante el Municipio es necesaria. Comentó que, al permanecer cerrados muchos de los locales vecinos, se genera un perjuicio a aquellos que sí abren, puesto que al ser muy pocos, sobre todo en la zona alta, esta se ve bastante desolada.

Esa situación, creen los comerciantes arraigados en el Nuevo Tarqui, influye para que, en vez de aumentar, los consumidores disminuyan. Esto pese a que, tanto la Administración municipal pasada cuanto la presente, hayan realizado esfuerzos de marketing con el fin de acrecentar la afluencia de público al recinto comercial en referencia.

Muy pocos consumidores acuden al recinto comercial. / FOTO: GAD municipal / Manta

A petición de los comerciantes que abren con regularidad sus tiendas, se formó una comisión compuesta por ellos mismos, quienes están atentos y vigilantes de todo el procedimiento que hoy sigue la Administración municipal.

Uno de los comisionados es Alejandro Morán, quien ratifica que son veedores del proceso. Y lamenta que “Estos espacios se hicieron para que nos reactivemos dignamente, pero hay mucha gente que cierra y nos afecta bastante”.

Los concesionarios de las tiendas inactivas fueron notificados por el Municipio según lo establece el Código Orgánico Administrativo (COA). Así, dichos comerciantes tuvieron un tiempo prudencial para justificar su ausencia y retomar su actividad, situación que en la mayoría de los casos no se ha dado, como lo reconoce Diana Cevallos, directora municipal de Mercados.

«Al mal tiempo, buena cara». / FOTO: GAD municipal / Manta

Frente a esa situación, el proceso de reversión iniciado por el Municipio establece que se debe desocupar cada tienda cerrada, para reubicar a comerciantes que sí tienen interés de trabajar allí.

Actualmente hay 229 locatarios o concesionarios identificados que no abren sus locales. Solo un 5 % de los comerciantes notificados se han acercado a firmar el acta de compromisos para reabrir su tienda.

FUENTES: Archivo de RM / Boletín para medios emitido el 24 de febrero del 2022 por el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) del Cantón Manta (Provincia de Manabí, República del Ecuador) y remitido, junto a las fotos que se muestran en esta publicación, por la periodista Gema Arteaga Briones, relacionista pública para esa entidad municipal.

100 años de Manta (1922 – 2022).

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